La Princesa del Volcán Tacana
Consumismo, altruismos, competencia, y la lista continua de aquellos males que captaron la atención del hombre actual. El egoísmo es la justificación de todos, ciertamente la sociedad baso sus argumentos erróneamente. La indiferencia del hombre actual con aquellos que poseen las mismas aspiraciones, los mismos deseos, los mismos sentimientos, ha causado desigualdad. Ha provocado la acumulación desmedida de bienes, cuya actitud ha provocado remontar entre los montes aquellos que también son seres sensibles. Cuya actitud de egoísmo y avaricia ha provocado el resentimiento, dolor, y pena.
Vivir aglomerado es un riesgo profundo para el hombre, pues la subsistencia depende del hurto, la opresión. Dirigen los fuertes, es decir aquellos que tienen un poco más de avaricia, y deseo de hurtar. Como la felicidad no es externa, ni busca comodidad, huye al monte, al campo, a las áreas rurales. Y esta es la paradoja comprobada, hay quienes captan todo para asegurar su futuro, pero no hay nada más perjudicial para el hombre que vivir asegurado en una monotonía. Los que viven bajo el sol aun poseen dos manos, y un corazón dispuesto para amar, esa es la verdadera fuente de la felicidad.
Trata la narrativa de la historia de la Princesa del volcán Tacana, que refleja la secuela de los malos gobernantes y la corrupción arraigada.